Se hacen mayores. Los grumetes crecen demasiado rápido. Hace dos días no sabían ni andar y ahora Nicolás está a punto de dejar atrás infantil y Simón empieza a dar sus primeros pasos para aprender a leer.
Ya se sabe perfectamente todas las vocales. Algunas, incluso, ya sabe escribirlas. Las identifica en todas partes. En los carteles de la piscina, en el bote del ketchup o en el cartón de leche. “Mira mamá, el rey ‘u’ y la reina ‘a'”. Y tan contento que se pone.
Así que, tal y como hice con Nicolás, ha llegado el momento de presentarle a Pepa y Misi. Una colección de 18 cuentos muy sencillos con los que yo también aprendí a leer hace ya 34 años. De hecho, son exactamente los que mi madre utilizó para que mi hermano y yo comenzásemos a leer. Durante todo este tiempo los ha cuidado y mimado, y han llegado en bastante buenas condiciones a sus nietos.
Nicolás dio sus primeros pasos en la lectura con ellos y espero que Simón siga el mismo camino.
Hoy no quería leer el primero -ya lo leímos otro día-. Solo quería Mortadelo y Filemón. Sin embargo, cuando me ha visto con él, me lo ha quitado de las manos y él solito ha comenzado a pasar las páginas y a contarme las letras que conocía. Es una máquina este niño.
Tampoco es mi intención ir por delante del colegio, ni enseñarle más de la cuenta, porque solo conseguiría confundirle. Solamente pretendo reforzar lo que aprende en clase.
Por si os interesa, la colección se llama ‘Poquito a poco’.